miércoles, 3 de diciembre de 2008

David Perez, Reflexion Cuerpo Deplazado.



Al lugar de la conjunción que liga a un espectador y a un artista siempre viene una obra de arte, un objeto. En la Modernidad, esta pareja se constituye de una modo nuevo a partir de una separación radical: esta el espectador y la obra, y esta el artista y la obra. En la presentación de la obra “cuerpo desplazado” ocurre esta aproximación entre todas las partes presentes; el espectador y la obra “cuerpo desplazado”, que se erige dentro de un espacio público, haciendo mas fácil la interacción de varios espectadores y la performance que ocurre dentro de la obra haciendo a los mismos autores interactuar y unirse con la propia obra.

Una de las aristas a cumplir fue la participación del espectador en la obra, para esto había que poner enfoque en cuatro campos esenciales: la percepción, la exhibición, la comunicación y la estructura. El hecho de que esta obra se concluyera en la noche permitía la utilización de la luz, la cual en el escenario nocturno llamaba mucho mas la atención confiriéndole una cualidad mas estética a la obra, capturando así mas fácilmente la atención de un posible espectador, a esto se le agrega la participación de músicos, dentro de este cuerpo desplazado, en la exhibición. El problema de la comunicación entre obra y espectador es ambiguo y dependiente del tipo de espectador que observe la obra, unos pueden tratar de entenderla a su modo, otros simplemente no la pueden entender, en el fondo el simple hecho de que el espectador se cuestione de algún modo u otro acerca de ésta obra demuestra una conexión y por ende una comunicación entre ellos.

Las relaciones establecidas en esta obra tienen algo en común, la experiencia adquirida y entregada mutuamente, tanto del espectador y del artista como de la obra en si.